Deja sorprenderte

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Esta semana me voy a apartar un poco de los temas sobre los que suelo escribir y voy a hablar un poco de mi forma de pensar del día a día. Yo suelo ser una persona a la que no le gusta planear las cosas, prefiero que vengan a mí y que éstas me sorprendan cada día. Aunque sí que es verdad que hay otras que no queda más remedio que planearlas, pero en mi las mejores son las inesperadas.  Lo que sucede a veces es que nos cansamos de esperar algo que nunca llega ya acabamos desilusionándonos pero es justo en el momento en el que no estamos pendientes de ello, cuando aparece. 

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A veces, no disfrutamos al máximo porque estamos demasiado pendientes de realizar algunas cosas en un determinado tiempo y nos nublamos de la misma rutina todos los días. Esto puede llegar a ser muy agotador y hace que no veas los momentos tan bonitos como son. Está bien planificar para conseguir con lo que soñamos, tener nuestros objetivos y esforzarnos por mejorar personalmente y profesionalmente. Creernos que podemos y que lo merecemos son dos pautas fundamentales para ver un gran resultado. Hay cosas que conseguiremos esforzándonos y otras que no, esto significa que debemos intentarlo casa vez más.

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Por lo tanto, yo quería daros un consejito: pensar menos y disfrutar más.

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